Su finalidad era aprovecharlo para hacer el Nissan Pick-Up, de modo que solamente me quedó la carrocería.
Después de mucho pensarlo, decidí encargar el resto de piezas aprovechando la colección de Salvat, y pedí el chasis, varios motores (para aprovechar el precio), las ruedas del Mitsubishi Pajero (porque traían las poleas 4x4) y los amortiguadores.
La carrocería Tunning la tenía que despintar, así que la metí en una bolsa con autocierre y alcohol metílico (el de curar, normal y corriente) y agité un buen rato, y de vez en cuando, frotaba la carrocería dentro de la bolsa. Cada diez minutos la sacaba y le pasaba un cepillo de dientes, y en menos de una hora la tuve despintada.
Me decidí a pintarla de rojo Ferrari, y a hacerle una decoración no Dakariana, sino estilo raid americano con una lámina de calcas variadas. La tapa negra de detrás no me gustaba, así que he intentado simular el acabado de un Protruck con piezas sobrantes de maquetas bélicas, llantas Exin, neumáticos de camión de Exin y barras antivuelco de alguna maqueta. El parachoques trasero está hecho con otro parachoques delantero de Protruck, recortado y al revés.
Esta ha sido mi primera experiencia de decoración, pero no la última.
[...] Este iba a quedar muy diferente del primer Pro-Truck que hice. [...]
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